Exposición "Mares desiertos" por Sol Garcidueñas
Agua y tierra;
blanco y negro; norte y sur; aparentemente son conceptos opositores
pero en realidad son complementarios. Existe la luz porque sabemos
que hay oscuridad; coexiste el principio después del fin.
Esta referencia
en discrepancia, obligadamente nos invita a la reflexión; revisión
en la que María Teresa Berlanga reúne 15 propuestas pictóricas
bajo el título de Mares desiertos, obra reciente; el tiempo y el
espacio se dan cita a través de objetos, texturas, manchas, y del
pigmento que procede de su paleta: La huella de la existencia se
redescubre, el reflejo del tiempo se manifiesta; la tierra como suelo
fecundo y protector ancestral; la tierra en plena acreditación de
valores extremos: como depositaria de los restos humanos y al mismo
tiempo en íntima referencia con la fertilidad, binomio que se
recrea, con carácter indisoluble en este discurso visual mediante
ocres, sienas, terracotas, amarillos; arena, polvo de mármol y
huesos con influencia informalista y matérica que comparten con el
espectador el abecedario que incrementa las posibilidades en su
lectura.
María Teresa
Berlanga, pintora mexicana de Ensenada Baja California, comparte los
secretos más íntimos de su tierra: texturas que nos remiten a sus
pinturas rupestres, concepto plástico que explora el secreto de la
vida a través de los hallazgos en su intrincada y espectacular
geografía: limítrofe entre lo tectónico y acuático.
Esta muestra
pictórica se exhibió en el primer piso de la Biblioteca Cuicamatini
de la Escuela Nacional de Música de la UNAM y paralelamente se
presentó un concierto con obras, entre otras, de Santos Cota, a dos
pianos, con interpretación de importantes pianistas como el Maestro
Aurelio León. Artistas marcados por la noble historia de un
territorio de nuestro país, tradición y vanguardia creadora de los
universitarios.
Sol Garcidueñas
Noviembre de
2000
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